Si buscas un bocado rápido, reconfortante y delicioso, este esponjoso pan de leche es la respuesta. Con sólo unos pocos ingredientes -un huevo, harina y leche- puedes crear un pan suave y esponjoso que se deshace en la boca. Tanto si eres un panadero experimentado como un principiante en la cocina, esta receta es infalible y te garantiza una sonrisa. Es perfecto para el desayuno, la merienda o incluso como guarnición en la cena. El sutil dulzor del azúcar de vainilla y el rico sabor a mantequilla hacen que este pan sea irresistible. Además, es fácil de hacer con ingredientes que probablemente ya tenga en su despensa.
Ingredientes:
* 230 ml de leche templada – La leche es el líquido base de este pan, ya que le aporta riqueza y humedad.
* 1/2 cucharada de azúcar – Un toque de azúcar ayuda a activar la levadura y añade un toque de dulzor.
8 g de levadura seca – La levadura es lo que hace que este pan suba y quede ligero y esponjoso.
* 1 huevo – El huevo aporta estructura y riqueza a la masa, contribuyendo a su suave textura.
* 8 g de azúcar de vainilla – El azúcar de vainilla infunde al pan un delicado sabor a vainilla que complementa el gusto a mantequilla.
* 1/2 cucharadita de sal – La sal realza los sabores y equilibra el dulzor.
* 360 g de harina – La harina forma la estructura del pan, dándole cuerpo y forma.
* 31 g de mantequilla blanda: la mantequilla aporta humedad y un sabor rico y cremoso al pan.
* Azúcar glas para espolvorear – Una ligera capa de azúcar glas añade un toque de dulzor y hace que el pan tenga un aspecto precioso.
Instrucciones de elaboración
1. 1. Activar la levadura: En un bol pequeño, mezclar la leche tibia, el azúcar y la levadura seca. Remover suavemente y dejar reposar unos 10 minutos hasta que la mezcla se vuelva espumosa. Este paso es crucial ya que activa la levadura, asegurando que tu pan suba correctamente.
2. 2. Mezclar los ingredientes húmedos: En un bol grande, bata ligeramente el huevo y añada el azúcar avainillado y la sal. Vierta la mezcla de leche espumosa y remueva para mezclar. El azúcar avainillado aporta al pan un aroma delicioso y un sutil dulzor que combina a la perfección con la mantequilla.
3. 3. Incorporar los ingredientes secos: Añadir poco a poco la harina a la mezcla húmeda, removiendo continuamente hasta que empiece a formarse una masa. La masa debe ser suave y ligeramente pegajosa, pero no demasiado húmeda. Si es necesario, añadir un poco más de harina hasta que la masa alcance la consistencia adecuada.
4. 4. Amasar la masa: Transfiera la masa a una superficie enharinada y amásela durante unos 10 minutos. Sabrá que la masa está lista cuando esté lisa, elástica y no se pegue a las manos. El amasado desarrolla el gluten de la harina, dando al pan su estructura y textura masticable.
5. 5. Añadir la mantequilla: Incorpora poco a poco la mantequilla ablandada a la masa, amasándola poco a poco. La mantequilla debe quedar totalmente absorbida por la masa, haciéndola aún más blanda y flexible. Este paso añade un rico sabor a mantequilla al pan que es realmente irresistible.
6. Primera fermentación: Coloque la masa en un bol ligeramente aceitado, cúbrala con un paño de cocina limpio y déjela fermentar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que haya doblado su tamaño. La levadura hará su magia y la masa quedará ligera y aireada.
7. 7. Dar forma a la masa: Una vez que la masa haya subido, golpéela para liberar las burbujas de aire. Pásela a una superficie enharinada y dele forma de hogaza o divídala en panecillos más pequeños, según prefiera.
8. Segundo levado: Coloque la masa en un molde engrasado o en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino. Cúbrala con una toalla y deje que suba de nuevo durante 30-45 minutos, o hasta que haya doblado su tamaño.
9. Hornea el pan: Precalienta el horno a 180°C (350°F). Hornear el pan durante 20-25 minutos, o hasta que la parte superior esté dorada y el pan suene hueco al golpearlo. El tiempo de horneado puede variar ligeramente dependiendo de tu horno, así que vigílalo.
10. Enfriar y espolvorear: Una vez hecho el pan, sácalo del horno y déjalo enfriar sobre una rejilla. Antes de servir, espolvoréalo ligeramente con azúcar glas para darle un toque extra de dulzor y atractivo visual.
Consejos de cocina:
* La temperatura es la clave: Asegúrese de que la leche esté tibia -ni demasiado caliente ni demasiado fría- para activar correctamente la levadura. Si la leche está demasiado caliente, puede matar la levadura, y si está demasiado fría, la levadura no se activará correctamente.
* Consistencia de la mantequilla: Asegúrese de que la mantequilla esté blanda pero no derretida. Esto permite que se incorpore suavemente a la masa, creando un sabor rico y uniforme.
* Técnica de amasado: El amasado es esencial para desarrollar el gluten de la masa, que da estructura al pan. Si es la primera vez que amasa, no se preocupe: se trata de doblar la masa sobre sí misma y empujarla con el talón de la mano.
Beneficios nutricionales:
Este pan de leche no sólo es delicioso, sino que también tiene algunos beneficios nutricionales:
* Rico en proteínas: El huevo y la leche de esta receta proporcionan una buena fuente de proteínas, esenciales para la reparación muscular y la salud en general.
* Aporte de calcio: Gracias a la leche, este pan es una buena fuente de calcio, importante para la salud de los huesos.
* Lleno de energía: La combinación de carbohidratos de la harina y las grasas de la mantequilla hacen de este pan una gran fuente de energía, perfecto para un impulso matutino o para animarse por la tarde.
Por qué le encantará esta receta:
Te encantará esta receta por su sencillez y por la alegría que produce al darle el primer bocado. El pan es increíblemente suave y tierno, con un sabor ligeramente dulce y mantecoso que lo hace perfecto para cualquier ocasión. Es lo suficientemente versátil como para disfrutarlo solo, untado con mantequilla o acompañado de su mermelada o miel favoritas. Además, es una forma estupenda de aprovechar alimentos básicos de la despensa como la harina, la leche y los huevos. El proceso de elaboración de este pan es terapéutico, y el resultado es una hermosa hogaza que estará orgulloso de compartir con su familia y amigos.
Información dietética:
* Esta receta es apta para vegetarianos, ya que no contiene productos cárnicos.
* Sin conservantes añadidos: A diferencia del pan comprado en la tienda, esta versión casera no contiene conservantes ni ingredientes artificiales.
* Dulzor ajustable: Si prefiere un pan menos dulce, puede reducir la cantidad de azúcar u omitir el azúcar glas espolvoreado.
Por qué funciona esta receta:
Esta receta funciona porque combina la proporción perfecta de ingredientes para crear una masa que sube maravillosamente y se hornea en un pan suave y aireado. La combinación de leche y mantequilla aporta riqueza, mientras que el huevo proporciona estructura y ayuda a unir los ingredientes. La levadura se encuentra en un entorno óptimo para fermentar, lo que da como resultado un pan ligero, esponjoso y lleno de sabor. Además, la sencillez de los ingredientes permite que brillen los sabores naturales, haciendo de este pan un clásico atemporal.
Conclusión:
En conclusión, este esponjoso pan de leche es una receta imprescindible que se convertirá rápidamente en una de las favoritas de su hogar. Su delicado sabor a vainilla, su textura suave y su riqueza mantecosa lo convierten en un pan versátil que puede disfrutarse a cualquier hora del día. Tanto si es un principiante como un experto en panadería, esta receta es fácil de seguir y ofrece unos resultados deliciosos. ¿Por qué no probarla? Con sólo un huevo, un poco de harina y leche, puede crear algo realmente especial que encantará a toda su familia.