Estos panes suaves y dorados por fuera, con un relleno cremoso y lleno de sabor, son perfectas para una merienda, un almuerzo rápido o incluso para acompañar una comida.
Llevan pocos ingredientes, son muy fáciles de preparar y tienen un sabor irresistible gracias a la mezcla de queso cheddar, cebollita y perejil.
Ingredientes
Para la masa:
1 papa grande (aprox. 200 g), cocida y dividida
400 ml (1¾ tazas) de agua, dividida
100 g (¾ taza) de harina común
Sal a gusto
Para el relleno:
½ papa cocida, hecha puré
100 g (1 taza) de queso cheddar rallado
3 o 4 cebolletas (parte blanca y verde), finamente picadas
20 g (1½ cucharadas) de manteca derretida
Perejil fresco picado a gusto
Preparación
Preparar la masa:
En un bol, colocar la papa cocida y pisarla bien hasta que no queden grumos. Añadir 200 ml de agua y mezclar hasta obtener una pasta suave. Incorporar la harina común y una pizca de sal. Mezclar bien con una cuchara o batidor de mano. Agregar el resto del agua (200 ml) de a poco hasta obtener una mezcla fluida, parecida a la de los panqueques. Reservar.
Preparar el relleno:
En un bol aparte, mezclar la media papa cocida y pisada con el queso cheddar rallado, la manteca derretida, el perejil y las cebolletas picadas. Asegurate de que el puré esté bien frío antes de incorporar el queso, para que no se derrita antes de tiempo.
Armar los panes:
Calentar una sartén antiadherente a fuego medio. Colocar una porción de la mezcla líquida para la masa con un cucharón, como si estuvieras haciendo un panqueque. Esparcirla para que cubra toda la base de la sartén.
Cocinar por un minuto y, antes de que cuaje por completo, distribuir una cucharada del relleno en una mitad del panqueque. Doblar la otra mitad encima del relleno, formando una media luna. Presionar ligeramente con una espátula.
Cocinar por 2-3 minutos de cada lado hasta que esté bien dorada y el queso del interior se haya derretido.
Repetir el proceso con toda la mezcla hasta terminar.
Consejos útiles
Versión sin gluten
Podés reemplazar la harina común por harina de arroz o una mezcla sin TACC, ideal para personas celíacas.
Queso alternativo
Si no tenés cheddar, podés usar mozzarella, queso cremoso o incluso un resto de queso rallado duro.
Conservación
Estas tortillas se pueden guardar en la heladera por 2 días y recalentar en sartén o sandwichera para que recuperen el crocante.
Perfectas para compartir, servir como entrada o disfrutar como plato principal. ¡Estas tortillas de papa con queso te van a conquistar desde el primer bocado!