Ajo, con este método lo multiplicas infinitamente: los jardineros lo hacen

Aquí hay algunos consejos simples sobre cómo tener siempre ajo fresco disponible para usar para dar sabor a los platos de nuestra cocina y más allá.

La gastronomía italiana es famosa en todo el mundo, porque es rica en sabrosas recetas elaboradas con ingredientes frescos y de excelente calidad. Todas nuestras preparaciones se caracterizan no solo por las materias primas que utilizamos para elaborarlas, sino también por las especias y condimentos. Estos últimos, de hecho, atribuyen sabor, sabor y singularidad a todos nuestros platos. Entre las cosas que nunca pueden faltar en la cocina está, sin duda, el ajo que, además de ser esencial para la creación de algunos de nuestros platos, también tiene varias propiedades beneficiosas para nuestro organismo. Este ingrediente, de hecho, se considera un verdadero antibiótico natural gracias a la presencia de alicina. Además, es capaz de fortalecer el sistema inmunológico y contiene varios minerales, entre ellos el zinc; manganeso; Yodo; hierro; magnesio y muchos otros. Por lo tanto, se puede decir con seguridad que el ajo se encuentra entre los productos más versátiles de la historia, ideal tanto para usar como condimento en la cocina como para nuestro bienestar personal. Por esta razón, sería bueno y correcto poder cultivarlo en casa. ¿Posiblemente? Aquí, en este sentido, está todo lo que necesitas saber.

Cómo cultivar ajo en el jardín.

Si vives en campo abierto o, por el contrario, posees un terreno cerca de tu casa, es posible recrear una pequeña plantación de ajos. De esta forma tendremos la oportunidad de tenerlo siempre a mano.

Cuando decidas plantar ajo, primero debes prestar atención a la época del año en la que decidas hacerlo. La estación ideal es el otoño, para que puedas proceder a la cosecha durante el verano. También es una buena idea comprar ajo para plantar en tiendas especializadas en la venta de plantas; Insértelos siempre en la tierra con la punta hacia arriba y riegue los brotes regularmente, pero sin exagerar con la cantidad de agua, durante todo el año.

Recreando una plantación dentro de tu casa

Si, por el contrario, quieres plantar ajo a pesar de la ausencia de jardín, también puedes hacerlo en interiores. Lo único que necesitamos es un recipiente (un bote de yogur o margarina es suficiente); tierra y, por supuesto, dientes de ajo.

Primero, hacer agujeros en el fondo del recipiente que tenemos disponible, colocarlo sobre un platillo y verter menos de dos centímetros (aproximadamente media pulgada) de tierra en su interior. Después de eso, puede proceder a insertar los dientes de ajo enteros en la tierra, siempre mirando hacia arriba con la punta y sin quitar la piel. Llegados a este punto, solo nos queda añadir más tierra, esta vez unos dos centímetros y medio. Una vez finalizado este proceso, tendremos que cuidar de nuestra pequeña plantación de ajos de forma regular. Es necesario guardarlo en un lugar soleado de la casa, regarlo y cortar las flores que se forman de vez en cuando. Esto servirá para conservar todo el sabor del ajo. Cuando, con el paso del tiempo, comencemos a notar la presencia de hojas, significará que el crecimiento de la planta se está desarrollando correctamente y que, a partir del verano siguiente, podremos beneficiarnos del fruto de nuestro trabajo.