Ingredientes:
500 g de harina de trigo
250 ml de leche tibia
50 g de azúcar
50 g de mantequilla derretida
1 huevo
10 g de levadura seca
1 cucharadita de sal
1 huevo batido (para pintar las bolitas)
Preparación:
1. En un tazón grande, mezcla la leche tibia con la levadura seca y el azúcar. Deja reposar durante 10 minutos para activar la levadura.
2. Añade el huevo y la mantequilla derretida a la mezcla de leche y levadura, y mezcla bien.
3. Incorpora la harina y la sal a la mezcla líquida. Remueve con una espátula o cuchara de madera hasta que se forme una masa homogénea. La masa quedará un poco pegajosa, pero no es necesario amasarla.
4. Cubre el tazón con un paño húmedo o plástico y deja que la masa repose en un lugar cálido durante 1-2 horas, o hasta que haya duplicado su tamaño.
5. Una vez que la masa haya levado, úntate las manos con un poco de harina o aceite para evitar que se te pegue la masa. Divide la masa en bolitas de tamaño uniforme, de aproximadamente 40-50 g cada una.
6. Engrasa una bandeja para hornear o cúbrela con papel de hornear. Coloca las bolitas de masa en la bandeja, dejando un pequeño espacio entre ellas. No te preocupes si las bolitas se tocan un poco al crecer, esto hará que se unan ligeramente al hornearse y formen un pan esponjoso.
7. Cubre la bandeja con un paño y deja reposar las bolitas durante 30-40 minutos para que crezcan un poco más.
8. Precalienta el horno a 180°C (350°F).
9. Pinta las bolitas con huevo batido para darles un color dorado al hornearse.
10. Hornea las bolitas en el horno precalentado durante 20-25 minutos, o hasta que estén doradas y cocidas por dentro.
11. Deja enfriar un poco antes de servir