¿cómo plantar?

Hoy queremos hablar de una planta verde que, a pesar de su popularidad, pocos saben cómo se llama. Comúnmente denominada como amor de hombre, lo cierto es que su nombre propio es mucho más complicado. Un detalle que choca frontalmente con su cultivo. Y es que los cuidados de la tradescantia son de todo menos difíciles. Quizás por eso, es una de las plantas habituales en los hogares de los amantes de las plantas. Un hecho al que cabe sumar otro factor igual de atractivo: admite su cultivo tanto dentro como fuera de casa.

Conocer los cuidados de la tradescantia es clave para disfrutar de ellas en casi cualquier espacio. Unas plantas increíblemente versátiles que, gracias a sus increíbles dibujos y coloridos, son irresistibles. Y hablamos en plural porque, en realidad, la tradescantia es el nombre científico de una familia botánica con más de 70 variedades. Unas que comparten cuidados y que se diferencian, fundamentalmente, por las distintas formas y coloraciones de sus hojas. Y por un detalle más: su delicada y discreta floración.

Así, veamos en detalle los cuidados de la tradescantia empezando por un matiz importante: su increíble resistencia. Algo que convierte esta familia de plantas en perfectas tanto para avezados en jardinería como para principiantes.

LUZ Y TEMPERATURA, FUNDAMENTALES EN LOS CUIDADOS DE LA TRADESCANTIA

Como decíamos, los cuidados de la tradescantia son sumamente sencillos. Sin embargo, para llevar a buen puerto la planta, tendremos que vigilar dos aspectos fundamentalmente.

  1. Empecemos por el más importante: la luz. Uno de los cuidados de la tradescantia absolutamente esencial para su bienestar. Es gracias a ella como esta familia de plantas crecen con vigor. Es más: un defecto de luz puede provocar que la tradescantia enferme. Sin embargo, también hemos de ser cuidadosos en lo que a su exposición solar respecta. No confundamos luz como sol directo. Hacemos hincapié en este punto porque es, precisamente, el sol quien puede provocar una decoloración de sus hojas.
  2. Intimamente ligado con este aspecto, entre los cuidados de la tradescantia tendremos que vigilar de cerca la temperatura. Esta familia botánica es amante del calor, por lo que tendremos que evitar siempre que estén expuestas a temperaturas inferiores a entre 12 y 15 grados. Algo que, en caso de vivir una región fría, nos obliga a su cultivo dentro de casa.

Riego y humedad controlados, claves en los cuidados de la tradescantia

Ahora que sabemos cuáles son los cuidados fundamentales, veamos qué grandes enemigos tiene esta familia de plantas. Algo que se resume, en lo que a cultivos se refiere, en un único aspecto: el riego.

A pesar de ser una planta amante del calor, la familia de las tradescantias no lleva nada bien el exceso de agua. Es más: es perjudicial para su desarrollo. Por esta razón, tenemos que vigilar cuidadosamente que la planta cuente con un buen drenaje. Pero no solo eso: también tendremos que evitar cualquier encharcamiento en las raíces o pasarnos con el riego. Bastará, por tanto, con regar las plantas un par de veces a la semana en verano y una sola vez cada diez días durante el invierno.

En caso de someter a la planta a un exceso de humedad, podremos identificarlo con facilidad. Los tallos se pudren y las hojas se cubren de un moho grisáceo. Si detectamos cualquiera de estos dos síntomas, tendremos que tomar cartas en el asunto. Lo ideal es que retiremos, podando, las partes afectadas de la planta y rebajar la pauta de agua.

Poda, abono y plagas: tres aspectos a contemplar

A pesar de ser una planta sumamente resistente, entre los cuidados de la tradescantia no podemos olvidar el abono. Lo ideal es una aplicación cada dos semanas durante la primavera, momento en el que la planta está en pleno crecimiento. Además, es recomendable que nos decantemos por un fertilizante para plantas verdes líquido. De esta manera, y diluyéndolo siempre en el agua de riego, penetrará mejor en las raíces de la planta.